MATAR A UN RUISEÑOR

 

Nelle Harper Lee (1926-2016), autora de <<Matar a un ruiseñor>>, ha muerto este mes de febrero de 2016, cuando, cosas de la vida, muchos árboles han florecido, y las aves migratorias apenas abandonan sus nidos… Quizás alguien haya visto algún ruiseñor…

La vida sale siempre a nuestro encuentro cuando, aparentemente, la damos por perdida.

Hay historias que conmueven, sin dejar a nadie en la deriva.

Obra maestra es la vida. Se rueda y apenas se guarda silencio…

Hay películas que captan y muestran lo mejor. Obras maestras.

Inolvidable e imperecedera <<Matar a un ruiseñor>>.

 

https://gloria.tv/media/trWthyDZxhT

Bochorno

 

BOCHORNO

En negrita y con mayúsculas, conteniéndome para no subrayar y utilizar unos signos de exclamación  grandísimos (en este caso no quiero llamarlos de admiración  para no dar lugar a equívocos)  ante el bochorno que estamos padeciendo, y no precisamente por el calor del verano. La desfachatez campa a sus anchas por doquier a causa de los sorprendentes protagonistas de la corrupción que nos asola;  personajillos adentrados en las diversas esferas de poder abusando de la confianza de  gente buena que se ve abocada a la ruina por la mala administración y despilfarro de su dinero. En el caso de  políticos  del dinero de todos. Vergonzoso  siempre,  pero ahora con un importante plus de gravedad. A causa de la crisis económica, el nivel de pobreza  ha aumentado  de forma desmesurada. Es  indignante que haciendo  mutis por el foro, mirando hacia otra parte o disculpándose de manera sutil o  infantilona, se intente correr una especie de tupido pero ajado velo. No me gustan las discusiones acaloradas  y  menos  cuando  se  trata  de cuestiones  de interés general tan importantes. Hay que  ir  a la raíz de los acontecimientos: Qué,  cómo,  cuándo,  dónde  y  porqué. No sirve  ‘que cada palo aguante su vela’. Achicamos las aguas sucias entre todos o España se hunde en el  fango. Lo  fácil  es culpar a los demás  y, al parecer, bastante  difícil  la actuación de la Justicia en semejante entramado de corrupción pero no podemos quedarnos en la protesta sin  más. De probada eficacia es el compromiso personal en pro del bien común  y  el  resurgir de la  bonhomía. No pretendo plagiar a Julián Marías en su ‘Tratado de lo mejor’ pero tampoco quiero alejarme de su contenido porque es un descubrimiento ético. La regeneración de las costumbres lejos de ser algo arcaico  se ha convertido actualmente en una urgencia social. Necesitamos  grandes  dosis de coherencia para reconstruir nuestra sociedad  ‘anclada’  en las arenas movedizas de la corrupción. Más que adoptar una actitud moralista se trata de afrontar la realidad  con   los  medios adecuados.  Si fuera tan fácil como cuando tratamos de sofocar las altas temperaturas del verano… Permanecer a la sombra, beber bastante agua, protegerse del sol  con cremas especiales… pero ante el bochorno que nos produce el abuso de poder, el despilfarro, la mala administración, el fraude y el robo, la solución viene respaldada por la coherencia en el actuar, tanto en  el ámbito privado como en  público. Un estilo de vida conforme a  una escala de valores. ¿Un tratado de lo mejor?… La pregunta está en el aire -enrarecido, bochornoso…- pero la respuesta -sin lugar para ‘no sabe’, ‘no contesta’- es personal.

Artículo publicado hoy en La Opinión de Murcia

Desconsuelo

Tremendo desconsuelo el de víctimas, familiares, conocidos, amigos y personas sensibles ante  el dolor injustificable por causa del terrorismo. Tremenda también la apariencia vulnerable de la Justicia y el Estado de Derecho. Qué sabio y cruel el refranero español: ‘Hecha la Ley, hecha la trampa’. ‘El muerto al hoyo y el vivo al bollo’. Derechos humanos para quienes carecen de un ápice de humanidad. ’Por sus obras los conoceréis’, sentencia que en casos como el de la etarra liberada por el Tribunal Europeo de Estrasburgo  parece columpiarse impunemente en la cuerda floja de la indiferencia. ¿Indignación? ¿Rabia? ¿Impotencia?… ¡Dolor, mucho dolor! No podemos olvidar, como si no hubiera pasado nada, el escenario dantesco del horror, muerte y destrucción de los atentados terroristas y, sobre todo, no podemos olvidar a las víctimas inocentes, a cada vida mutilada o truncada por la sinrazón del terrorismo. Qué contrasentido vejar a las víctimas y dignificar al verdugo. ¿Quién entreabrió la puerta blindada de la Justicia? ¿Existió realmente?… Extraño río revuelto para ganancia de los detractores de la Ley. ¿Dejación de deberes? Cierto que la Justicia no se reduce a aplicar la Ley automáticamente, sino que los jueces han de interpretarla para dictar en cada caso la sentencia oportuna, pero hay interpretaciones incomprensibles al común de los mortales. Muertos de miedo vamos a estar si terroristas y otros delincuentes peligrosos salen por la puerta falsa de la libertad, sin arrepentimiento alguno. Víctimas y verdugos juntos y revueltos en pro de los derechos humanos. No sé si la clase política entenderá esto, ni tan siquiera si podrá hacer algo cuando la suerte ya está echada. Nobleza obliga, sí, pero vivimos tiempos donde el deshonor y desprestigio están a pie de calle. Acatar la Ley es de razón. No tanto las interpretaciones que de ella se hacen para beneficiar a quienes los han obviado con sus acciones criminales y terroristas. ‘A buen juez, mejor testigo’. La pregunta que nos hacemos la mayoría es: ¿De qué estamos siendo testigos?… Dice un proverbio chino que ‘No hay sol para los ciegos ni tormenta para los sordos’; es como andar dando tumbos y así es imposible avanzar. El mundo necesita cambiar de la mano de personas comprometidas en lograrlo. En memoria de todas las víctimas, quizá ha llegado la hora de revisar nuestro compromiso para hacer el bien y proteger los derechos humanos. Ya saben, muchos pocos hacen un mucho.

Políticos a examen

No sé si de coherencia  o de conciencia que examina –valga la redundancia- todos los porqués teniendo un modelo a seguir y un itinerario o guía de actuación. La clase política actual ha hecho trizas la Campana de Gauss de una evaluación normal. Los parámetros se han disparado destacando como término medio el pelotón de los demasiado listos. Aplaudí a Ana Botella cuando subrayaba como algo fundamental que los jóvenes  adquiriesen una formación sólida al margen de la militancia en cualquier partido político que secundaran, a fin de evitar carreras sin fondo que no llegan a ninguna parte del bien común y entorpecen el personal. No sé si unos exámenes de refuerzo podrán salvar a la clase política de la gran desconfianza que ha generado. El temario no es que sea difícil sino que está siendo vulnerado con total impunidad llegando a extremos realmente vergonzosos en pro del poderoso caballero Don Dinero, señor de prebendas escandalosas. Si la más elemental definición de justicia –dar a cada uno lo suyo- se ignora, mal vamos. No es cuestión de venganzas ni de provocar altercados sociales que lo único que hacen es enredarlo todo mucho más sino  que La Ley sea nuestro garante. De nuevo se cumple la sentencia ‘las dictaduras de ahora son peores que las de antes’. Parece mentira el nivel de corrupción  alcanzado en nuestro país. La democracia se ha tornado en un caleidoscópico juego de transparencias donde nadie ni nada es lo que aparenta con el agravante de esconder las culpas propias agrandando o inventando las ajenas. ¡Cómo está el percal! Por mucho que queramos ya no podemos cerrar los ojos, taparnos los oídos, callar y no hacer nada. Lo peor es que, aparte de ser difícil saber a qué atenerse, seguro que siguen pagando justos por pecadores sin escrúpulos, ante la desconfianza generada por la clase política. ¿Qué está pasando en España? La propagación masiva del mal de la corrupción amenaza con tambalear la estabilidad de nuestra democracia. Varapalo a un país, sobrecargado de impuestos que pretendía salir de la crisis y casi sin previo aviso se encuentra enfangado por el progresivo abuso de personas sin un ápice de ética. “La corrupción es un complejo fenómeno social, político y económico que afecta a todos los países del mundo. En diferentes contextos, la corrupción perjudica a las instituciones democráticas, desacelera el desarrollo económico y contribuye para la inestabilidad política”. Ya va siendo hora de poner punto final a esta situación.

Artículo publicado hoy en La Opinión de Murcia

Transparencia

 Claridad. ¿Es oro todo lo que reluce? ¿Es verdad cuanto se dice? ¿Qué se adivina o trasluce? ¿La amnistía fiscal ha supuesto suculenta ganancia para pescadores avispados en el río revuelto de la corrupción? ¿Qué transparentan las opiniones oportunistas? ¿Quién tirará del hilo para desenmarañar el lamentable ovillo? ¿Hasta dónde vamos a llegar?… La transparencia como la verdad, brillan por su ausencia, mientras la corrupción  emborrona las más altas instancias de poder. ‘Que se aplique la Ley con todas sus consecuencias’ afirmaba la Vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Que se aplique si cuanto se ha publicado es verdad. Muchas mentiras no hacen una verdad, sin embargo, la verdad es tan tozuda que se demuestra sola. De momento no sabemos ni cuándo ni dónde. A la espera de la transparencia prometida y deseada, nada como poner de nuestra parte inteligencia y voluntad para seguir construyendo un mundo mejor. Primero nosotros y después todos lo demás. Iniciativa, constancia y tiempo al tiempo. Ahora lo es –valga la redundancia- de un tiempo nuevo, acorde con las valores propios de la democracia. A título personal un examen de coherencia no viene nunca nada mal porque estamos demasiado acostumbrados a ver la viga en el ojo ajeno y la mota en el nuestro. Bien que se cumpla la Ley pero no podemos quedarnos en el mero reproche que socava la convivencia y debilita la voluntad de rectificar. Los trapos sucios han de lavarse siempre en casa y es en ‘la casa’ de uno, en familia, donde se dan las condiciones más idóneas para aprender, emprender y querer. En la medida que fortalezcamos la institución familiar, reformaremos nuestra sociedad. ¡Familia sé lo que eres!’ exhortaba Juan Pablo II. El reflejo de la sociedad está en la familia, escuela de las virtudes humanas, en ella se nos quiere por lo que somos y no por lo que tenemos. Y es el amor, el auténtico motor de las relaciones humanas que transparenta lo mejor de cada persona. La crisis económica ha tenido de fondo una profunda crisis de valores que trasluce los malos usos y abusos de personas desaprensivas que se lucran si tener en cuenta las necesidades y derechos de los demás. Esta forma de actuar transparenta la miseria humana que al salir a flote escandaliza y causa estupor. En un Estado de Derecho, la confianza en La Justicia es la esperanza del hombre de bien.

Artículo publicado hoy en La Opinión de Murcia

Recortables

Hubo un tiempo en que los recortables eran unos de los juegos preferidos por los niños. Consistían en láminas de dibujo, de distinta temática, en las que destacaba una figura principal sobre la que se acoplaban las demás. El entretenimiento estaba asegurado, la ilusión infantil se aplicaba en adquirir la destreza para completar con la mayor perfección estas manualidades. Colorear, recortar y pegar al alcance de todos porque las piezas siempre encajaban. Juegos de niños que muchos mayores recuerdan con nostalgia y más ante tanto recorte desencajado. No se ha hecho juego limpio y no es fácil saber a qué atenerse…

Artículo publicado hoy en La Opinión de Murcia

 

Calor de hogar

Desde Justicia se ampara la vida del no nacido, un canto de esperanza la acuna. Calor de hogar, el regazo de la madre, ternura. Verdad y trasparencia. Voz para el no nacido que clama desde el seno materno y como escribió Julián Marías no decimos ‘qué es’ sino ‘quién es’. Científicamente está demostrado pero la tremenda frialdad del ser humano y extraños intereses creados, hacen oídos sordos a esas voces que claman en un desierto de cariño. La cultura de la muerte en pro del aborto constituye una de las mayores aberraciones de nuestro tiempo.

Artículo publicado hoy en: La Tribuna de Albacete

Dichos,hechos y trechos

<<Si cada persona tiene su historia, la de cada víctima del terrorismo de ETA está escrita con su propia sangre, derramada injustamente en aras de viejas reivindicaciones de una banda armada hasta los dientes para asesinar pero desarmada de razón y legitimidad moral…>>

Artículo publicado hoy en:

La Tribuna de Albacete

HAMBRE

Porque el hambre en el mundo no puede llegar a considerarse como algo estructural. Es un drama en el que todos estamos implicados.

Pablo Cabellos Lorente hace una clara exposición abordando a fondo este grave – y al mismo tiempo incomprensible- problema de la humanidad. Ayuda a reflexionar y tomar parte activa.

http://multimedia.opusdei.org/pr/doc/el_drama_del_hambre.pdf