Siguiendo la estrella

A estas alturas del mes de enero, nadie lo duda, todos estamos seguros: Los Reyes Magos siguen muy de cerca a la Estrella que les llevará hasta  el Portal de Belén. Allí, postrados ante el Niño Dios, le ofrecerán sus ricos presentes: Oro, Incienso,  Mirra… Le adorarán y le dirán majestuosamente esas ternezas que decimos a los niños. ‘San José mira a la Virgen, la Virgen mira a José, el Niño mira a los dos, y se sonríen los tres’, tararea el villancico popular. Y cantan los Ángeles…’Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad’…Creo que casi todos. ‘Pastores venid, pastores llegad’… cada oveja con su pareja…¡Vayamos al Portal!…Nada tiene que ver con el ‘mal dicho’ popular de bailar en Belén. Vamos y venimos, entusiasmados y esperanzados. Merodeamos cerca de La Sagrada Familia. Nos acercamos y sin querer remediarlo nos quedamos embobados, ensimismados. Dios nos espera siempre. Cada persona tiene que seguir su estrella, su vida de cada día, con el esmero de ofrecer al Rey de reyes  lo mejor. Nuestro oro, incienso y mirra. Nuestro requesón manteca y vino…Nuestras alegrías y tristezas, ocupaciones y preocupaciones…ese pan nuestro que pedimos a diario. Siguiendo la estrella puede que, con cierta frecuencia, la tapen nubes o nubarrones y nos encontremos de pronto como perdidos e incluso desorientados… ¡Cuidado con los Herodes!…Saber esperar y empeñarnos en seguir nuestro camino…Dudar y confiar. Continuar  con ilusión y esmero. ‘Hacer poesía de la prosa de cada día’… buena melodía. Siguiendo la estrella muchos coincidiremos y , encontraremos, junto a la alegría de reconocernos, la esperanza de podernos ayudar unos a otros. ¡Arrieros somos!… Ya vienen los Reyes, ya están llegando… ¡Mirad la Estrella!… La estamos siguiendo… Seguro que la alcanzamos…

Reyes de Oriente

Queridísimos, queridísimos. Más que nunca estamos  deseando  vuestra  venida, no solo a nuestros hogares sino a cuanto necesita de auténticos  Magos para ofrecer al mundo una  vida  acorde con la dignidad de todas  las personas. S.S.M.M. Melchor, Gaspar y Baltasar, no creáis que he perdido el juicio, tratando de involucraros en asuntos que de por sí no tenían que producirse: corrupción, abuso de poder, falta de trabajo, pobreza infantil, hambre, miseria, robos, delincuencia, guerras, esclavitud, falta de respeto a la vida desde el principio hasta su término natural… injusticias y sufrimiento. Estoy de acuerdo con vosotros en que el mundo está perdiendo el Norte. Realmente, necesitamos que nos orientéis para poder seguir la estrella que ilumina nuestra vida. En cierto modo, andamos desperdigados, casi sin saber a qué atenernos porque el desencanto se ha generalizado  y,  prácticamente,  no nos fiamos de la mayoría de las personas que han hecho un mal uso de sus cargos de responsabilidad en diferentes  ámbitos de nuestra sociedad. ¡Carbón para todos!… mejor,  justicia  y que restituyan  lo que de un modo u otro han defraudado. Queridos Reyes Magos: Quiero creer en vosotros con la seguridad y tozudez de los niños para comenzar el 2015 con la perspectiva de un mundo mejor. ¿Pido demasiado?… que ¿cómo me he portado?…bueno, bueno… en realidad, necesito mejorar. De verdad que, como muchos, lo intento pero a veces no salen las cosas como nos gustaría… ¿que lo importante es poner lo mejor de nuestra parte?… ¡Uff! ¡Menos mal! Estoy de acuerdo en que cada uno de nosotros tiene que ser responsable de sus actos, contando con que nadie es perfecto. Queridos Reyes Magos, disculpad esta carta, mitad conversación virtual y, en su estructura, artículo de periódico. Palabras que lejos de llevárselas el viento, quedarán impresas en papel y  formato digital. Gracias por vuestra paciencia para atender y entender tantas peticiones. Seguro, seguro que no se os olvida la de ningún niño, pero las personas mayores también necesitamos de vuestra atención, por eso en estos días navideños intentamos ser un poco como ellos, tratando de imitar su sencillez e ilusión, y pedimos como niños ¡hasta la luna!… Queridos Reyes Magos, deseo que la luz de vuestra estrella ilumine todos los hogares para que sean reflejo del hogar de Nazaret. Oro, incienso y mirra llevasteis ante El Portal, adorando al Niño. Nosotros contemplamos entusiasmados muchos belenes artesanos y nos quedamos pensativos buscando nuestro puesto en el belén que puso Dios… de fondo se oyen Villancicos… ‘Ya vienen los Reyes, ya están llegando y le traen al Niño…’, ‘Todos llevan al Niño, yo no tengo qué llevarle, le daré mi corazón…’ Melchor, Gaspar y Baltasar ¡Gracias por tantísimos regalos!…  Brilla su estrella… ¡Ya vienen los Reyes de Oriente!