HACIENDO AMIGOS

‘Quien tiene un amigo tiene un tesoro’…

El valor de la amistad es incalculable. Sí, un gran tesoro que, lejos de estar escondido, todos tenemos a nuestro alcance. ¿Todos?… Sin lugar a duda. Es cuestión de ir haciendo amigos. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Preguntas que tienen respuesta a nivel personal, en nuestro día a día. Se trata de querer a los demás con alma, corazón y vida. Si hasta nos lo define el Diccionario de la Real Academia Española. “Amistad. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Es vivir de modo extraordinario nuestras cotidianas relaciones sociales. Extraordinario en el sentido de esmerarnos en dar lo mejor de nosotros mismos en todos los momentos de nuestra vida. Ganar esa confianza que genera el trato personal de amistad y confidencia. El común denominador exige coherencia de vida y preocupación sincera por los demás. No, no hay un libro de instrucciones al uso. Libertad y desprendimiento. Respeto y cercanía. Lealtad y alegría. Saber descubrir lo mejor de las personas. Todos necesitamos ser escuchados, comprendidos, queridos. Encontrar la palabra conveniente, el consejo discreto. Mantener conversaciones amables, sonreír, tener detalles. ¿Todo a la vez?… Cada cosa a su tiempo. Todo eso y mucho más que toca a cada uno descubrir. En realidad, es ir tarareando, con nuestro comportamiento habitual, aquella vieja canción ‘Viva la gente’… porque sigue habiéndola donde quiera que vayas. Y nos necesitamos. Cuestión de aprender a querer. Nunca es tarde para encontrar nuestros tesoros, para ir haciendo amigos.  

Cosas que pasan

Y no deberían pasar. A buen entendedor… abuso y despilfarro de poder y dinero público. Intromisión en la intimidad personal. Propuestas inadecuadas e indecentes para la educación de los más pequeños, vulnerables e indefensos, ante tanta ignominia. Es necesario recordar, reforzar y reafirmar con contundencia que los primeros y principales educadores de los hijos son sus padres. Es un derecho natural e inviolable, por mucho que se amenace, con gritos y falta de modales, impropio de la auténtica clase política. Cosas que no debemos dejar pasar…

“Pasa en todo; es como si este mundo nuestro se hubiera reblandecido y, casi de pronto, lo que parecía más o menos sólido hubiese alcanzado un punto de fusión próximo a la plastilina. Costumbres, normas, creencias, respetos, lealtades…: todo ha entrado en un estado pastoso, en el que resulta arduo moverse cuando se tenían los pies -y la cabeza- acostumbrados a consistencias”. (Fernando Lázaro Carreter)

Ni quito ni pongo ‘ministras’ de dudosa solvencia, pero defiendo los derechos de la familia ante tanta barbarie. Ya está bien de alterar el orden natural de la vida. Siguen de plena actualidad las palabras del poeta Antonio Machado: “Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas”. Imponer leyes deleznables no es admisible en un Estado de Derecho. Aun así, “La familia es, en sí misma, algo más indómito que el Estado; si entendemos por indómito algo que nace de la voluntad y la capacidad de elección y es tan elemental y libre como el viento. Tiene sus propias leyes, como el viento; pero, bien entendida, es infinitamente menos dependiente de las elaboradas y mecánicas regulaciones del legalismo que el resto de las cosas. Sus únicas obligaciones son el amor y la lealtad, pero ésas son cosas que fácilmente pueden oponerse a las meras leyes humanas, pues las leyes meramente humanas tienden a convertirse en inhumanas. Se refieren a algo que es para el mundo moral lo mismo que los ciclones y los terremotos para el mundo material”. (G. K. Chesterton)

Junto al calentamiento del Planeta, parece ser que algunas mentes no han querido quedarse atrás. Cosas que pasan y no deberían pasar.

REFLEXIONAR

 

El Pensador

EL PENSADOR (AUGUSTE RODIN)

«Imagen de un hombre inmerso en sus reflexiones, pero cuyo cuerpo sugiere una gran capacidad de acción»

http://www.musee-rodin.fr/es/colecciones/esculturas/el-pensador-0

Del Libro del Eclesiastés (Del Antiguo Testamento de la Biblia)

TODO TIENE SU TIEMPO…

PANDEMIA  POR CORONAVIRUS…

TIEMPO PARA REFLEXIONAR

Mujer, día a día

  

Reconozco que no soy fan reivindicativa de los días dedicados in extremis a diversos colectivos. Respeto la convocatoria, al tiempo que pido se respeten las legítimas convicciones de cada cual. No todo vale en pro de ideas o ideologías que, visto lo visto, parece pretenden arrasar con los derechos fundamentales de cada persona. Valiéndome, exclusivamente, del título de dos películas, ni mujeres al borde de un ataque de nervios ni cómo ser mujer y no morir en el intento. Ser o no ser, sigue siendo la cuestión. Me quedo con el día  a día y las circunstancias personales que cada una de nosotras tiene para desarrollar nuestras facultades y colaborar en la creación de un mundo feliz, no a la manera de la visionaria obra de Aldoux Huxley que imagina una sociedad de seres clonados para su condicionamiento y control. Un mundo mejor donde el ejercicio de la libertad contribuya al bien de todos. Saber ser y saber estar, sin pretensiones fuera de lugar. A poco que miremos a nuestro alrededor, descubriremos ese ser mujer día a día en nuestras madres, hijas, hermanas, amigas, vecinas, en nosotras mismas… cada una con sus propios afanes. Mujeres que ocupan cargos relevantes. Mujeres de distintas razas, lugares, costumbres…Mujeres brillantes y mujeres que pasan desapercibidas dejando una huella indeleble. Mujeres de toda edad y condición portadoras de sensibilidad e intuición, trabajo y profesionalidad generosidad y alegría, esfuerzo y coraje, paciencia y amabilidad, belleza interior y exterior, amor sin límites… El día a día en la vida familiar, laboral y social. Tecleando en mi portátil, la palabra agradecimiento quiero subrayarla con ese día a día que contemplé en mi madre y contemplo en mis hermanas, en su hogar, en docencia universitaria, en su solidaridad para ir a Venezuela a impartir clases y ayudar. También en las mujeres de mis hijos y en mi propia hija que tratan de conciliar contra viento y marea. En mujeres cercanas que siempre están disponibles para lo que necesites. En amigas que no dejan de sonreír a pesar de los varapalos que les ha dado la vida. Agradezco el ser mujer y poder vivir el día a día, quizá sin nada especial pero saboreando la vida que me ha tocado vivir, intentando sacar su mejor jugo.

 

 

 

 

Los afanes y sus días

 

¿Por qué debes fumigar tu oficina?

 

‘Tanto monta, monta tanto’ porque si, como seguramente sabemos y deberíamos llevar a la práctica, cada día tiene su propio afán, los afanes, aunque lo ignoren, tienen sus propios días. A pesar de las apariencias  no es un trabalenguas, pero al explicar ciertas cosas es una ayuda a tener en cuenta.  No sé si quedará mucha gente que todavía siga contando con los dedos, son indispensables para señalar y seguir el ritmo  de los acontecimientos, echando una mano aunque esta sea virtual por aquello de qué tecla tocar.  Existen días aparentemente anodinos, desiertos de afanes, y afanes fuera de calendario. No es lo mismo afanar cuanto encontramos en el camino que afanarse por recorrer el nuestro. Afanes para elegir tiene la vida. Día a día, cada cosa a su tiempo y un tiempo para cada cosa. A veces, queremos llegar a tanto que apilamos los afanes como cachivaches y papeles sin orden ni concierto, hasta el punto de no saber por donde tirar, o más bien tirar por la calle de enmedio sin hacer nada.  No es esa la solución. Importa saber de donde partimos y hacia dónde nos dirigimos para tomar el mejor camino según nuestros afanes, lo que queremos conseguir en la vida. Querer y poder es un tándem inseparable del orden, esfuerzo y constancia. Saber llegar es descubrir nuestros afanes y sus días dentro de una jerarquía de valores e intereses acordes con la meta que nos hayamos trazado. Un ir y venir constante en recomenzar cuantas veces sea necesario, marcando objetivos a corto, medio y largo plazo. En el día a día nos vamos encontrando con personas de todo tipo y condición. Aprender, emprender, comunicar, incluso compartir los afanes y sus días. Al fin y al cabo, somos compañeros de viaje.

 

 

Fondo de pantalla

Resultado de imagen de imagenes gratis Faro cabo de Palos

 

Tengo que reconocer que por razones convertibles en una gran sinrazón, había dejado de utilizar mi ordenador en aras del teléfono móvil. Ambos artilugios sirven para comunicarnos pero para escribir a rienda suelta, con cierto orden y constancia, vuelvo a teclear en el portátil que me regaló mi hijo mayor cuando a pantallazos deslumbrantes dejó de servirme el anterior. Salí ganando en calidad, sobre todo por ese gran componente de ayuda y cariño. Bueno, pues de nuevo, vuelvo a empezar echando las palabras al vuelo, al tiempo que las voy eligiendo para escribir pensamientos y sentimientos, ideas e ideales, protestas y sugerencias, historias e historietas, cuentas y cuentos de siempre, adivinanzas, pérdidas y encuentros, aplausos al paso de la vida que apenas se para si no la detenemos. Puntos suspensivos. Punto y seguido. De nuevo comienzo… y la vida, repito, continúa, latido a latido.

Al abrir mi portátil, me ha gustado reencontrarme con el Faro de Cabo de Palos como fondo de pantalla. Me encanta este lugar de la costa murciana, pero lo que me ha hecho pensar hoy, es la gran ayuda que ha prestado el faro a través del tiempo. Y como él, tantas torres situadas en las costas y puertos, emitiendo una luz potente a intervalos para orientar de noche a los navegantes.

Vivimos en un mundo hipercomunicado para lo bueno y para lo malo. Recibimos tanta información que no es extraño que nos quedemos desinformados. Paradoja a tener en cuenta a la hora de ir a las fuentes fidedignas, y al empeño por no dejar de formarse para tener un buen criterio. Los pantallazos informativos, las noticias manipuladas, el discurrir desorbitado por nuestra aldea global, puede abocarnos desde la pantalla en blanco a la pantalla en negro. ¡Aviso a navegantes! Precisamos de un faro, de una luz, de un guía que nos ayude a seguir nuestra ruta y llegar a puerto seguro sin perdernos.

A nuestra manera

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Modos de pensar y actuar dentro de un orden desordenado, en el más amplio sentido de la expresión. Esta aldea global por la que, de un modo u otro, deambulamos, excede en mucho al discurrir aldeano. La población mundial se extiende y distiende a lo largo y ancho de un amplio marco geográfico, expuesto a una climatología y condiciones ambientales tan diferentes que influyen en el desarrollo personal. Al margen, márgenes de autonomía y rebeldía, ese ir contracorriente que fortalece o nos hace languidecer. Modos y modas de vivir que surcan nuestra existencia mientras hacemos camino, vagando o presurosos por alcanzar metas o destinos. ¡Arrieros somos!… A nuestra manera, sí, pero con el bagaje de ciencia y experiencia, encuentros y desencuentros, medias y enteras verdades, aprendizaje a través de un sinfín de auténticos maestros, más allá de titulaciones académicas. Ejemplos que dejan huellas haciendo camino con su andadura. Queremos vivir la vida a nuestra manera, asumiendo aciertos y errores que van conformando la sabiduría de la existencia. Y, casi, casi, sin proponérnoslo, recomenzamos cada día con esa ilusión que, a veces, parece perderse por laberintos exteriores o interiores, sin dejar de hacerse la encontradiza. Un día y otro, jornada tras jornada, tiempos y destiempos, ruidos y silencios, van tejiendo el tapiz de nuestro existir. Derechos y reveses. Juegos de palabras imbatibles al viento. Obras de arte anudadas visible e invisiblemente, enmarcadas en el espacio y tiempo de nuestro vivir. A nuestra manera… llorar y reír, contar y cantar, soñar y despertar, trabajar, descansar, correr y parar, contemplar, sonreír…querer y ser feliz.

Año 2018. Actualizar

Los que tenemos un blog, escribimos, editamos y actualizamos los post o entradas que van conformando nuestro particular y al mismo tiempo universal cuaderno de bitácora, en el que con cierta frecuencia plasmamos el contenido que consideramos oportuno según intereses personales o profesionales. Ahora, todo el mundo, grandes y pequeños, blogueros o no, acabamos de estrenar nueva entrada en nuestra vida. Un año nuevo al que impulsivamente lanzamos innumerables propósitos casi, casi, imposibles de llevar a cabo porque suelen aparecer y desaparecer como luces de bengala. ‘Año 2018. Actualizar’: No es, ni más ni menos, que actuar con la sensatez suficiente para saber a qué atenernos con los mimbres que contamos. El afán y la holgura de cada día. Conocimiento de nosotros mismos y del pequeño y gran mundo que nos rodea, y volver a empezar una y las veces que sean necesarias, con un plus de mejora personal en el que se admiten fallos como parte de ese macro puzle que año tras año intentamos completar. Lo que importa es la voluntad y un afán de superación optimista pero repleto de sentido común. Centrarnos en lo que tenemos que hacer sin comparaciones con lo que otros hacen. Es en cierto modo seguir unas reglas de juego en las que siempre podemos compartir, enseñar y aprender, construyendo entre todos un mundo mejor. Por supuesto que tenemos que hacer propósitos, pero concretos, sinceros y que se puedan contar de sobra con los dedos de una mano. La vida sigue su curso imparable y nosotros vamos ajustando el rumbo. Unas veces habrá que hacer grandes virajes, otras seguir sin más el día a día. Distinguir importante y accesorio, urgente y opcional, fundamental y superficial. En definitiva, los pros y contras de nuestro vivir. Amor, trabajo, cultura y amistad conforman la base de nuestra existencia. La novedad de 2018 es que actualicemos lo mejor de nosotros mismos… Ahí es nada… Pero vale la pena. ¡Buenos propósitos!

Artículo publicado hoy en La Tribuna de Albacete

recorte la tribuna 8.1.18

Darle la vuelta al mundo

  

Puede que parezca un proyecto utópico, ideal pero imposible de realizar. A simple vista, estoy completamente de acuerdo. ¿Cómo llevar a cabo una empresa de tamaño calibre?… ‘Querer es poder’. La voluntad es nuestra principal herramienta para darle la vuelta al mundo, situándolo en su lugar. Sí, anda bastante perdido de cara al bien común, dando tumbos que siempre golpean en la fragilidad del ser humano. Pobreza, indigencia, soledad… Miedo, indiferencia, silencios…  Guerras y ansias de paz. No podemos consentir que el mundo siga girando fuera de órbita. El hermano ayudado por el hermano, ciudades amuralladas. Expresiones proverbiales que marcan nítidamente el camino a seguir. Unir voluntades hacia el bien común. Cada mes de diciembre, el mundo se inunda de luz. No, no me refiero a los millones de luces de colores que adornan nuestras ciudades de cara a la fiestas navideñas. Sí, al Misterio de ‘Dios con nosotros’, verdadera Luz del mundo. Los ángeles siguen anunciándonos ‘Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres de buena voluntad’. Querer es lo primero. De nuevo, nos encontramos en este tiempo de adviento, de espera, de preparar el camino para recibir al Rey de reyes, al Niño Dios, custodiado por María y José en un humilde portal, entre pajas, al calor de un buey y una mula. Venid, vamos a adorarle. Es fácil dar la vuelta al mundo dejándolo rodar por montañas de ternura. ‘José mira a María, María mira a José, el Niño mira a los dos y se sonríen los tres’. En familia, desde la familia según el querer de Dios, podemos hacer un mundo mejor porque en la familia (valen todas las repeticiones) se quiere a cada uno por sí mismo, sin importar carencias o defectos, y del mismo modo, se ayuda para conseguir que cada cual, dé lo mejor de sí mismo, y siempre pensando en los demás, con una entrega llena de alegría, donde prima la tolerancia, el servicio, el perdón y sobre todo, la ilusión de quererse cada vez más y mejor. Vienen jornadas de fiesta. En Navidad lo natural es quererse y desear mil parabienes. El día a día es un regalo que tenemos que desenvolver con agradecimiento, valorando todo lo bueno que recibimos sin apenas darnos cuenta. Es tiempo de pensar en los demás, de ayudar según nuestras posibilidades (muchos pocos siguen haciendo mucho), de compartir alegría, de conseguir que el calor del Hogar de la Sagrada Familia caldee el corazón del mundo. Seguro que le damos la vuelta. ¡Feliz Nochebuena! ¡Feliz Navidad!

Espacios

Espacios interiores y exteriores, de mayor o menor amplitud. Lugares habitables o no, reales o imaginarios. Vivimos en un sinfín de espacios destinados a ser el soporte de nuestra existencia cuando nos referimos a su particular enclave físico. Casas, calles y plazas, oficinas, comercios, centros culturales y lúdicos… compartimos, disfrutamos e incluso sufrimos estar apiñados, separados, cercanos, alejados… o, sencillamente, viviendo con la suficiente holgura para saber y saborear de soledad y compañía. Tenemos, o deberíamos tener, espacios en nuestra familia, en la sociedad, entre vecinos y amigos, colegios, en el trabajo… en diferentes enclaves geográficos según las circunstancias personales. Espacios que, en cierto modo, van determinando nuestro modo de estar en la vida, de ahí la importancia de cuidar ese entorno, universal y particular a un tiempo, para que no se resquebraje en pro de modas fuera de toda pasarela de cordura. Familia y educación conforman la llave maestra de una sociedad coherente con la tradición y el progreso en pro de un mundo mejor. Espacios de sensatez que hagan saltar las alarmas ante cualquier despropósito que dañe el bien común. ‘Mi casa, mi mundo’, nuestras casas, nuestros innumerables espacios, nuestro mundo. Espacios privilegiados para observar, contemplar, reflexionar, escribir, describir, opinar, comunicar… a pie de página de la vida, tomando cuidadosamente el pulso de la existencia. Un pulso que se dispara ante tantos sobresaltos por incongruencias que perjudican la convivencia pacífica dentro de un marco legal. Ante tantos buenos entendedores, no hacen falta más palabras. Palabras, palabras que van conformando este artículo que, debido al rediseño de ‘La Tribuna de Albacete’, estrena espacio. ¡Gracias!…